lunes, 21 de febrero de 2011

AÑORANZA



Nos saludamos entre besos y abrazos. Cada una de nosotras habíamos tomado caminos muy diferentes. Había pasado tanto tiempo sin vernos, que empezamos a regocijarnos con los recuerdos en el tiempo. Entre risas y bromas hablamos de cómo nos conocimos. LAS TRES MOSQUETERAS nos llamaban en el colegio de niñas.
Unas niñas de segundo curso estaban pegando a María, la tenían arrinconada en una zona donde no la podían ver las profesoras, cerca se encontraba Elena, nos miramos y como si leyéramos nuestros pensamientos, nos dejamos llevar por la adrenalina y fuimos a defender a María, lo cierto es que recibimos más que dábamos, claro esta que la diferencia de edad se notaba, éramos unas niñas de parvulario. Nos hicimos amigas inseparables y como LAS TRES MOSQUETERAS  defendíamos todas aquellas causas que considerábamos injustas. Después de una larga charla recordando nuestras aventuras, decidimos acercarnos al colegio de nuestra niñez. Nos sorprendió el estado en que estaba, medio cayendo, aunque todavía tenia el cartelito que decía ESCUELA DE NIÑAS. FIN
           

martes, 15 de febrero de 2011

TU Y YO ESTAMOS EN PAZ

  Vengo a ti. Y vendré el resto de mi vida. Tu y yo estamos en paz. Te doy las gracias por el hambre que me quitaste a mí y a los míos. Cada vez que vengo, afloran los recuerdos de los compañeros recogiendo todos a una, las redes cargadas de todo tipo de peces. Desde aquel día te volviste mansa conmigo, creíste deberme algo...,no se porque, te llevaste a muchos y los sigues llevando.
            Aquel día envestías hacia los pescadores tu furia, no querías hacernos daño, solo asustarnos para que recogiéramos solo lo justo y necesario. Viste mi cara llena de terror cuando te llevaste a mi padre por la borda. Era solo un niño, mi primer viaje de pescador junto a mi padre. Me lo devolviste sin vida, sabias que éramos vulnerables ante tus garras.
            Años más tarde se repite la historia, otro barco otros pescadores, esta vez era yo quien con tu furia te me llevabas por la borda, pero me reconociste y como una madre mece a su hijo, me acurrucaste en tus brazos sin hacerme daño, rugiste con fuerza y calmaste tu furia, desde entonces fuiste generoso conmigo. Creíste deberme algo..., y no sé el porque, pero comprendí que querías estar en paz conmigo, por eso vengo a verte todos los días y vendré a verte el resto de mi vida. Tu y yo estamos en paz.

martes, 8 de febrero de 2011

ALBERGANDO UNA ESPERANZA

 
De: Fina Fernández

Los rayos de sol entraban por tu ventana invitándote a levantarte. Desde el día anterior albergaba en tu mente la idea de dar un paseo por la playa, sus aguas tranquilas y el canto que realizaban las olas cuando llegaban a la arena eran relajantes. Llamas a tu perro Otto que vino dando saltos de alegría, se movía incansablemente, ya sabía que ibais de paseo porque tenías su correa en la mano.
            Caminabais hacia la playa empapándote de las caricias que te regalaba el sol. La playa estaba desierta era muy temprano y te encantaba tenerla para ti sola. Otto corría de un lado para otro cogiendo y soltando palitos de la arena, te extrañó verlo de repente parado mirando hacia el mar, agudizas la mirada para observar que mira, pero no ves nada, lo llamas.- “Otto”.- mira hacia ti, ladra y vuelve a mirar hacia el mar, en un quejido como un lloro, Otto se lanza al agua, corres hacia él llamándolo, pero él sigue nadando, nadando... hasta que no alcanzas a verlo y te inquietas llamándolo sin cesar. Pasado un tiempo que se te hace eterno lo ves nadando hacia la playa llevando algo en la boca, ¿es una caja? Te preguntas extrañada por su comportamiento. Te quitas la ropa quedándote en ropa interior y te tiras al agua en su busca porque lo estás viendo exhausto y cuando llegas a su altura recibes una gran sorpresa al ver lo que hay en el interior de una especie de caja ¡¡¡ UN NIÑO!!! gritas sorprendida, le quitas la carga animándolo a que siga nadando, la orilla está cerca le dices.

            Llega la Guardia Civil, una patrullera recorre las aguas encontrando una patera hecha añicos, con algunos de sus tripulantes agarrando  las tablas. Gracia a Otto, un niño y siete vidas se salvaron de una muerte segura, viendo en el estado que se encontraban, la madre del niño se encontraban entre ellas, tenia la esperanza de que al menos su niño se salvara.
            Cada vez que bajas a la playa, Otto mira hacia el horizonte esperando ver alguna caja.



           

domingo, 6 de febrero de 2011

EL BESO DE LA MUERTE

De Fina Fernández

Bajaba de su apartamento, era  una  mujer  muy  hermosa, parecía  tan  sensible, que  no  podía ser...,

estuve toda  la noche dándole vueltas a sus  respuestas, estaba  claro  que  algo  ocultaba, ¿pero que?

sus labios  tan sensuales, invitaban  a algo  más..., “la besaría”, me   invitó a  una  copa que rechace

olvidé  por  un momento  a  que  había   subido, me  hipnotizó  su  belleza, menudo  detective  era....


Después de quince días de investigación, encontramos el cadáver, su   mujer fue al  deposito, era  él,

era como  una  pesadilla, lloraba la perdida de su marido, suplicaba que encontrásemos a su asesino.


Reconozco que  estaba  enamorado, me tenía completamente cegado ¡por  tenerla  entre mis brazos!

en la  victima había  datos concluyentes, según  los forenses la última palabra la tienen los  muertos,

cada  vez  las  pruebas  estaban  mas  claras,  tenía  que  seguir  investigando,  quisiera equivocarme,

habíamos interrogado a los camareros, a  bailarinas  y todos  decían  lo mismo, era un buen hombre,
entonces  cuando  ya me  marchaba, llegó Julia asustada, no quería que la vieran hablando conmigo,
no podía creer lo que estaba viendo, esa cinta... era la prueba definitiva, pero en el fondo ya lo sabía,
nada podía hacer, con  una gran  decepción fui a buscarla para  detenerla, ella  me  estaba esperando,
andando hacía ella, dispara, tumbado en el suelo siento un beso, su beso, el beso... de la muerte.

UNA MIRADA HACIA EL RECUERDO



Tras los cristales saboreo el calor que desprende nuestra casa. Con una taza de café entre las manos contemplo el paisaje vestido de blanco y los recuerdos afloran en mi mente, acuden a mí, con una urgencia sofocante . Esa primera vez que vi la nieve, me asombró su textura, la cogía entre mis manos hasta que se me helaron incluso las venas. Los juegos nos divertían y reíamos incansablemente, te acercaste a nosotros, me sonreíste y te cogí de la mano para que participaras de nuestros juegos, aquel primer día nos conocimos... el primero de muchos que siguen...
Se me hielan las venas pensar que no estás en casa. Miro por la ventana y su paisaje vestido de blanco me lleva a ver nuestra adolescencia y su encanto. Cuantas veces besamos el suelo antes de aprender a esquiar, nos reíamos de nuestra torpeza sin importarnos si nos veían o no. Sentados en la nieve contemplando el paisaje, conversando sobre nuestros proyectos... En cada momento de mi vida está un paisaje parecido a este que me recuerda a ti y contemplando este paisaje esperando a que tu vuelvas a mí con una taza de café entre mis manos saboreando el calor de nuestra casa.  

sábado, 5 de febrero de 2011

Union Literaria

Hola, me gustaria crear este blog para escritos literarios varios y os agradecería vuestra opinión.
GRACIAS