viernes, 5 de octubre de 2012

UNA OSCURA HISTORIA

El  interior de la habitación estaba tan oscuro como esta historia. - Pensaba Samuel dirigiéndose a la ventana para poder leer con más claridad. Estaba harto de llevar casos de poca monta, pero este podía ser un gran caso. Le llamó la atención un movimiento un poco raro.-“¿Qué demonios estará haciendo el inspector Garrido escondido detrás de la farola?. Sé dio cuenta que el muy cabrón estaba vigilándolo.

Dos de los hermanos Hernández habían sido traicionados por uno de sus hombres y estaban encarcelados sin fianza en espera de juicio. A Samuel le extrañó que dos de los más importantes hombres de una de las bandas más temerarias, quisieran que él llevara el caso. Habían estado en la cárcel por tráfico de armas, robos, venta de objetos robados y contrabando pero nunca drogas y sin embargo ahora es el único delito que se les imputaban, y ellos negaban a toda costa. “Nos guiamos por unos principios y las drogas están fuera de ellos”, - les decían al abogado cuando iba a la cárcel a verlos. ¡Increíble, se guiaban por unos principios!, pensaba Samuel negando con la cabeza y con una sonrisa de sorna, le resultaba como poco paradójica la frasecita. 

Tras varias semanas de investigaciones y de tener pegado en el culo al inspector Garrido, menos le gustaba éste. Salió de la hemeroteca con un puñado de documentos bajo el brazo. Una vez en casa empezó a ojearlos. La noche prometía ser muy larga y preparó gran cantidad de café para que le ayudase  ahuyentar al sueño.
Había amanecido y estaba cansado, no había conseguido nada. Se tiró encima de la cama con la idea de dormir un par de horas. Suena el teléfono y descuelga de muy mal humor; acababa de quedarse dormido y sin poder decir nada se le queda cara de gilipollas, cuelga el auricular y maldice a la oscuridad. Aparecieron ahorcados en sus celdas los hermanos Hernández. Se había acabado el caso más importante de su vida.

Samuel siguió con la investigación tras archivarse el caso de manera poco ética. Pasaron dos años cuando al fin descubrió, que el motivo de la muerte de sus clientes no fue por orden de la banda rival, como se había dicho en su día. Interesaba ocultar que la hija del comisario de policía estaba enamorada y tendría un bastardo de uno de los hermanos Hernández, desaparecido este ella se olvidaría con más facilidad y la convencerían o mejor dicho la obligarían para que ese niño nunca viera la luz. El otro hermano era un daño colateral, al fin y al cabo eran desechos de la sociedad.
Samuel salió del hospital psiquiátrico después de ver a la hija del comisario. La dejó tosiendo y fingiendo una fortaleza que se le perdía en la sombra, a sabiendas que no conseguiría hacer justicia con este caso.