sábado, 12 de marzo de 2011

SE DICE...LOCURA

 


           
La observaba a través de la puerta, su mirada perdida le decía que estaba metida en su mundo, un mundo fácil de entender.
            Su cuerpo aún joven, reflejaba el sufrimiento que podía aguantar un ser humano, victima del animal más despreciable y maligno que existía en la tierra.
Solo sonreía cuando la dejaban ir a la biblioteca, aunque fuese fría y distante como solía decir ella. Lo cierto es que era coherente a la hora de escoger un libro, demostraba ser una mujer muy inteligente. En sus momentos lucidos recordaba aquellos días con añoranza cuando iba a su librería, un lugar que hizo suyo, El olor a viejo la envolvía, solía decir que era como un lugar mágico, desprendiendo sabiduría por las cuatro paredes, un lugar que la podía transportar a cualquier lugar, allí soñaba con lo que pudo ser y no fue...