sábado, 3 de noviembre de 2012

ETERNA JUVENTUD

Uno de los deseos del ser humano es el de vivir eternamente en un cuerpo joven. ¿Dónde están los abuelos con sus canas, su piel arrugada y sus huesos retorcidos...?
Elena se enfurecía cada vez que salía con su madre, Carmen. No heredó su belleza, ni su gracia, pero tampoco heredó su frialdad, su crueldad, ni su superficialidad. Divorciada de su padre coqueteaba con todos su amigos, incluido un chico que le gustaba mucho, pero su madre nunca sabrá los sentimientos que  tenía hacia él, para que..., -seguro que le diría,- ese bombón nunca se fijará en ti, lo que más le dolía es que posiblemente tendría razón. Con el tiempo conoció un hombre maravilloso que la hacía sentir segura y amada, ayudándola a desprenderse de sus complejos.
Elena y Carmen pasaban por hermanas, aparentando la mayor de las hermanas Elena. Carmen aclaraba muy gustosa el mal entendido, disfrutando al ver las caras de sorpresa que halagaban su belleza y juventud.
El paso del tiempo dibujaba en el rostro de Elena las arrugas propias de su edad, su cabello entrelazaba las canas con su color natural. Cuando se miraba en el espejo, no podía evitar compararse con su madre. Carmen a pesar de sus años y gracias a las operaciones estéticas, tan bella y joven...., pero al final tan solitaria.
Elena levanta la cabeza de su lectura, ve a su hija Maria y sonríe. Juan protesta,- sigue abuela, ¡que pasó después!, ¿consiguen escapar.....? Maria mira desde la puerta una estampa envidiable. Su anciana madre rodeada de nietos alrededor de la chimenea intenta hacer volar la mente de sus nietos a mundos donde los sueños pueden ser posibles.

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