sábado, 3 de noviembre de 2012

DOCE AÑOS DE LÁGRIMAS

Tras la verja del colegio la veo jugar con sus compañeras, creo que es feliz, me mira y la llamo...

            DOCE AÑOS ATRÁS
            Rosana se puso de parto, su marido estaba de viaje y ella lo prefiere así, no sabe con seguridad quien es el padre de su bebe pero enseguida va a salir de dudas.
            Después de quince horas de parto le ponen sobre su pecho a una hermosa niña, su pelo negro y su piel de un color aceitunado le despeja la duda de la paternidad de su hija. ¿Cómo se lo voy a decir a Luis? ¡nunca me perdonará!, me echará de su casa, me despojará de todo, ¿cómo voy a cuidar de mi hija?, dejé mi trabajo para casarme y acomodarme en una vida de lujo. Después de tantos años ¿como  voy a conseguir trabajo?, pensaba Rosana mientras tenía a su hija sobre su pecho.
            Estando en la habitación conoce a su compañera Eva que le enseña a su hijita, una niña de cabellos rubios y una piel tan blanca como la leche. Así debería ser mi hija y la de Luis, piensa Rosana sin saber que va hacer. Llega la noche y aunque intenta dormir no puede, Eva se encuentra profundamente dormida, de repente oye como corre la gente de un lado a otro dando gritos desesperados, “FUEGO, FUEGO” no lo piensa dos veces, coge a la niña y sale a la calle. Mi compañera de habitación se encuentra adentro le dice Rosana a una enfermera, ésta entra en el edificio saliendo al poco tiempo con una niña morenita en sus brazos y diciendo pobre Eva.

            Me mira y la llamo..., viene sonriendo, quisiera decirle lo mucho que me arrepentí, pero estaba desesperada, me quito un pendiente quiero que tenga algo mío, se lo doy diciéndole guárdalo siempre y hecho a correr con los ojos vidriosos por las lagrimas que quieren escapar al sufrimiento de estos doce años.

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