sábado, 29 de septiembre de 2012

MENUDA CAIDA

Ella sabrá lo que se hace.
Leer las instrucciones no es suficiente, le dije. Unir el positivo con el negativo indebidamente fue fatal, el impulso la lanzo hacia la terraza expulsándola a la calle, menos mal que el toldo del chino  paró el mayor golpe. Corrí escaleras abajo, cuando llegué estaba rodeada de gente conteniendo la risa, tirada boca arriba con los pelos de punta, la falda por la cintura, una pierna hacía el norte y la otra hacía el sur. Se levanta indignada, cojeando y diciendo, “por mis muertos que esto lo arreglo yo”.
Que conste señor notario, la próxima puede ser mortal.

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